El barrio de San Isidro y, más concretamente, la Colonia del Tercio Terol y sus alrededores, estamos de enhorabuena: acabamos de ver poner esa primera pieza física del puzzle que conformará el proyecto de autoconsumo colectivo que hace ya más de dos años puso en marcha la Comunidad Energética Tercio y Terol.

Esa primera pieza física del puzzle son las placas solares fotovoltaicas y el equipamiento complementario (inversor, protección, cableado, etc) que difícilmente verás si paseas por la calle Witiza, pero que está ahí desde esta semana. A esta instalación le seguirán otras similares en una decena de calles del barrio.
Si no estás en el ajo igual te preguntas de qué va todo esto de la comunidad energética y el proyecto de auto consumo colectivo. Te contamos: somos un grupo de unas 40 viviendas que hacemos una instalación solar colectiva diseminada en distintos puntos del barrio, financiada y gestionada colectivamente y con la que en un futuro obtendremos gran parte de las necesidades energéticas de nuestras viviendas de una forma ecológicamente sostenible y alejada (todo lo posible…) de los oligopolios energéticos del país: iberdrolas, endesas, naturgies y compañía.
Pero como decíamos más arriba, esta es solo la primera ficha “física” del proyecto. Detrás están otras piezas “no físicas” que se han ido poniendo a lo largo de estos dos años y que probablemente sean lo más importante: diseño del proyecto, auto aprendizaje sobre el sistema eléctrico, petición de subvenciones, trabajo de divulgación y gestión de socias, llevar las cuentas, acuerdos de cómo decidir entrar o salir del proyecto, elección de proveedores, lidiar con crisis inesperadas… y no morir en el intento. Por delante nos quedan el resto de instalaciones y lidiar con las compañías del oligopolio para que nos conecten en un plazo razonable. Un camino arduo pero que no nos cabe duda de que ha merecido la pena y que en el futuro lo merecerá más aún.
Tenemos que agradecer mucho a mucha gente: primero a todas las personas que han puesto su granito de arena para que el proyecto avance en ese proceso intangible previo a la primera pieza física. También a las que no se han ido a por la solución más individualista y que a corto plazo parece la más fácil, olvidando que con esa decisión dejan gente atrás y refuerzan el oligopolio de siempre. A la Asociación Vecinal Tercio Terol por impulsar el proyecto desde el principio y acoger siempre nuestras reuniones. A la Fundación San Martín de Porres, que aloja en su tejado una parte importante de la instalación para el barrio. Y a Ecooo y a La Corriente por asesorarnos técnicamente y estar siempre ahí para orientarnos.
Seguimos pasito a pasito, pero con pasitos decididos.